Resumen de las violaciones sistemáticas cometidas por Israel, elaborado por Amnistía Internacional, informe anual 2010.

Las fuerzas israelíes cometieron crímenes de guerra y otras infracciones graves del derecho internacional en la Franja de Gaza durante una ofensiva militar de 22 días que llevaba el nombre en clave de operación "Plomo Fundido" y que terminó el 18 de enero. Entre otras cosas, llevaron a cabo ataques indiscriminados y desproporcionados contra civiles, seleccionaron como objetivo y mataron a personal médico, utilizaron a civiles palestinos como "escudos humanos" y lanzaron de forma indiscriminada fósforo blanco sobre zonas residenciales densamente pobladas. Murieron más de 1.380 palestinos, incluidos más de 330 niños y niñas y centenares de civiles. Gran parte de Gaza fue totalmente arrasada, hasta el punto de destruir infraestructuras esenciales, arruinar la economía y dejar sin hogar a millares de personas.

A lo largo de 2009, las fuerzas israelíes continuaron imponiendo severas restricciones a la libertad de circulación de la población palestina de los Territorios Palestinos Ocupados. Estas restricciones obstaculizaban el acceso a servicios esenciales y a las tierras. Entre ellas figuraba un bloqueo militar de la Franja de Gaza que mantenía prácticamente encarcelados al millón y medio de habitantes del territorio y era causa de una crisis humanitaria, a pesar de lo cual Israel impidió a menudo la entrada de asistencia humanitaria y ayuda internacional en Gaza. Se denegó o retrasó la concesión del permiso para salir del territorio con objeto de recibir tratamiento médico a centenares de personas palestinas gravemente enfermas, y al menos 28 murieron esperándolo.

En la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Oriental, las fuerzas israelíes continuaron desalojando por la fuerza a familias palestinas, a las que demolían sus casas y expropiaban sus tierras, a la vez que se permitía la ampliación de los asentamientos israelíes en tierras palestinas confiscadas ilegalmente. A lo largo del año, las fuerzas israelíes hicieron uso de fuerza excesiva y, a veces, de medios letales contra la población civil palestina. Continuaron las denuncias de malos tratos a personas palestinas detenidas, que raras veces se investigaban. Había centenares sometidas a detención administrativa sin cargos, y muchas que cumplían condenas impuestas en juicios militares injustos. Los soldados y los colonos israelíes que sometían a palestinos a abusos graves contra los derechos humanos disfrutaban de casi total impunidad.