Carta a Celso,

 

3 años

 

Condenado a muerte por un sistema de destrucción masiva

 

La ejecución de la sentencia se cumplió durante los últimos días de enero del 2003

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hendrik Vaneeckhaute

enero 2003

 

 

 

 

 

 


Hola Celso, querido niño,

 

No me conoces, pero una amiga me habló de ti. Me contó lo bonito que eres, dulce. También me contó que disfrutabas de la atención que te prestaron y como te agarrabas a la vida que sentiste.

 

Llegaste al Hospital de Chokwe, en brazos de tu madre. Apenas logró sentarse en el suelo, al lado de la puerta, cumpliendo así su último deseo. Tu tía es la única familia que tienes, pero casi le es imposible cuidarte. Es viuda y tiene otros niños a cuidar. Tú sólo tienes 2 años. Pero además de tener malaria, estabas desnutrido cuando llegaste y eres seropositivo.

 

¿Cómo te podré explicar que tu madre no tenía acceso a los medicamentos que hubieran podido impedir la transmisión del virus del SIDA durante el embarazo, porque las multina­cionales no quieren dejar de cobrar sus beneficios millonarios? Las mismas empresas también impiden que tengas acceso a los medicamentos que podrían darte una posibilidad.

 

¿Cómo explicarte que nunca te dejarán disfrutar de la riqueza que se exporta diariamente de tu país? Un robo que ya empezó en 1498, cuando tus antepasados fueron ‘descubiertos’ y escla­vizados. Tampoco conocerás a tus abuelos, masacrados por los portugueses por reivindicar la independencia. Ni sabrás nunca como hubiera sido tu país sin esta otra guerra contra el primer gobierno de tus padres. Les llamaron comunistas, parte del ‘Eje del Mal’, y por eso murieron decenas de miles de personas como tu.

 

¿Cómo te puedo explicar que estos señores que ahora vienen de los mismos países del Norte, no son militares, aunque también llevan trajes, grises en vez de verdes?

 

¿Cómo te puedo explicar? Que

 

no portan armas, pero dentro de sus maletas llevan las decisiones igualmente mortales;

 

no serán juzgados por crímenes de guerra, aunque su tortura, aplicando el hambre, es mucho más cruel;

 

tampoco se les llamará ladrones, aunque roban toda la riqueza de tu país;

 

ni son ‘negreros’, aunque con sus sueldos miserables mantienen a la población como esclavos;

 

ni son dioses, aunque se creen inmunes y dicen que representan los valores universales.

 

Los últimos diez años, la economía de tu país creció como nunca antes y las multinacionales llegaron a explotar y exportar los minerales.

 

¿Cómo te puedo explicar lo que ense­ñan en las universidades más destacadas de los países más ricos y poderosos: que los precios y los sueldos que pagan son equilibrios matemáticos, consecuencia de una mano invisible?

 

¿Cómo te puedo explicar que este dios de los nuevos conquista­do­res es todavía más cruel que el anterior? Nunca entenderás todas estas cosas.

 

Lo más probable es que pronto te unirás a las estadísticas: uno más de los 30.000 niños como tu, que mueren diariamente. Sólo porque unos prefieren gastarse el dinero en armamento, para hacerse el mundo más seguro. Más seguro contra los pobres como tu.

 

 

 

 

 

 

 

 


Mozambique

 

Dicen que somos pobres,

 

Mozambique, tuvo la ‘suerte’ de entrar en el mundo ‘civilizado’ a través de la conquista y colonización por ‘Occidente’ en 1498. En 1964 empezó una lucha armada para lograr la liberación de su colonizador, Portugal. Más de 10 años después, en 1975, el país logró su independencia. La situación desastrosa que dejaron los portugueses fue complicada todavía más por una guerra ‘interna’, apoyada por ‘Occidente’ a través de Sudáfrica, contra el régimen considerado comunista (el entonces ‘Eje del Mal’). La guerra sumamente cruel terminó en 1992 y dejó el país todavía más arrui­nado y repleto de armas y minas antipersonales. Actualmente es considerado como buen alumno de las instituciones financieras internacionales y de la OMC. La economía es más abierta que la de muchos países europeos, y se encuentra sobre todo al servicio de Sudáfrica y del ‘Norte’ rico.

 

PIB (año 2000): 3.800 millones de dólares, o 15.100 millones de dóla­res PPA.[1]

Deuda externa (año 2001): 7.135 millones dólares.[2]

Posición en el listado del IDH: 170 (de 173 países).

 

 

PIB/cápita

PIB/cápita para el 90% de la población

PIB/cápita para el 20% más pobre de la población

PIB/cápita para el 10% más pobre de la población

PIB/cápita para el 10% más rico de la población

Dólares PPA

854

626

268

206

2.616

Dólares

208

158

67

52

626

 

“Mozambique fue el primer candidato a la iniciativa en favor de los PPME (Países Pobres Muy Endeudados) en 1996 y entonces se pensó que el plan para el alivio de la deuda liberaría finalmente al país de la esclavitud que constituía la deuda. Pero en 1998, Mozambique, con 6.000 millones de dólares de deuda, se encontró reembolsando todavía más de 100 millones de dólares al año en servicio de la deuda. La reducción efectiva ascendió a poco mas de 10 millones de dólares al año solamente, de modo que Mozambique siguió pagando por concepto de servicio de la deuda más del 20% de su ingreso de divisas.”[3]

 

Los acuerdos entre el gobierno y el BM eran mantenidos en secreto. Pero la publicación de una carta de acuerdo de marzo de 1998 entre el Banco Mundial y el Gobierno, de la cual ni el Parlamento ni la sociedad civil habían tenido conocimiento y en la que el Gobierno aceptaba cumplir varias condi­ciones macroeconómicas, para que se le concediese el alivio de la deuda como PPME, causó gran protesta. (Unas de las condiciones era la privatiza­ción del suministro de agua municipal.)

 

La protesta por las condiciones impuestas para la obtención del alivio [entre otras por el movimiento Jubileo 2000] condujo a que se hicieran unas concesiones ligeramente mayores a mediados de 1999. Para obtener este alivio adicional, el Gobierno aceptó cumplir 71 condicio­nes nuevas impues­tas por el FMI, entre otras la prohibición de reactivar la industria de trans­formación del anacardo utilizando las políticas industriales tradicionales[4], por lo cual la economía de la gente empobrecida se caerá todavía más.

 

En 1995, el FMI criticó públicamente la decisión del gobierno de Mozambique de subir el salario mínimo a unos 20 dólares al mes.[5]

 

A pesar de contar con un porcentaje de 54% de la población que se encuentra desnutrida, la exportación en el sector pesquero mostró ‘exce­lentes’ resultados: +20%.[6]

 

El PIB creció en los años 1996-99 con casi un 10% (uno de los porcentajes más altos del mundo). La industria minera (para la exportación) creció unos 30% en los años 1997 – 1998.[7] Este aumento es debido a que, por imposi­ción del FMI y el BM, se bajaron los impuestos sobre las exportaciones, con lo cual el país se hizo ‘más atractivo’ para las multinacionales. El estado prácticamente regala la riqueza del país a las multinacionales que ven aumentados sus beneficios.

 

Los ‘excelentes’ resultados económicos van de la mano de los siguientes resultados sociales: En el periodo de 1998 hasta el año 2000, el país bajó en el Índice de Pobreza Humana de la 79ª a la 83ª posición. La esperanza de vida disminuyó de 43,8 a 39,3 años, y el índice de escolaridad igual­mente bajó. Los demás índices apenas mejoraron.

 

 

 

 

 

Dicen que somos pobres, y es verdad, ellos nos roban todo, ya desde hace más de 500 años.

 

 



[1] Dólares PPA significa que se toma en cuenta la diferencia en el coste de vida.

[2] ‘L’état du monde 2003: annuaire économique et géopolitique mondial’, Éditions La Découverte & Syros, París.

[3] ‘New official data shows Mozambique gains little or nothing from debt relief’, Joseph Hanlon, Jubilee 2000 Coalitions, 4 de junio de 1998.

[4] Efectos de las políticas de ajuste estructural en el goce efectivo de los derechos humanos’, Informe presentado por el experto independiente Sr. Fantu Cheru, E/CN.4/1999/50.

[5] ‘Mozambique: growth with poverty’, Paul Fauvet, Afrol News / Africa Recovery.

[6] El estado del Mundo, 2002, ediciones Akal.

[7] ‘Mozambique: growth with poverty’, Paul Fauvet, Afrol News / Africa Recovery.